Ver 5ª Avenida en un mapa más grande
Salimos desde nuestro alojamiento paseando por la calle 30, ya que sólo debemos cruzar 3 avenidas desde la 8ª hasta la 5ª y la combinación de metro para llegar a nuestro punto de partida nos hacía perder bastante tiempo en transbordos.
Después de unos 15 minutos llegamos a la 5ª Avenida, pero antes de emprender la marcha hacia la zona más interesante, caminamos unas 7 calles en dirección contraria para ver uno de los primeros rascacielos de la ciudad, el Flatiron Building.
Este edificio triangular de 87 metros y 22 plantas, recibió el sobrenombre de "la plancha" por el parecido que tenía con las planchas de la época de su construcción allá por 1902.
Damos una vuelta por el parque cercano, el Madison Square Park, antes de empezar una caminata de aproximadamente 3 kilómetros que nos llevará desde este punto hasta la calle 59 en los límites de Central Park.
Hacemos nuestra primera parada en el Museum of Sex, ya que como teníamos incluida la entrada con la New York Pass y nos pillaba de paso decidimos entrar. Para ser sinceros, para lo único que nos sirvió fue para perder unos 45 minutos y echarnos unas risas, porque la verdad es que la visita es 100% prescindible.
Seguimos caminando y unos minutos después nos acercamos al rascacielos más famoso del mundo, el Empire State Building.
No os voy a contar nada de este edificio en este artículo porque un símbolo tan emblemático de la ciudad se merece un artículo propio, así que dentro de poco os contaré mi experiencia en la plataforma de observación del piso 86.
No muy lejos de allí, está la tienda oficial de los Yankees, el equipo de béisbol de la ciudad, dónde podéis encontrar cualquier artículo de merchandising del club, desde bolas de béisbol o las gorras que llevan todos los neoyorkinos hasta la equipación oficial.
Unos minutos después, nos encontramos con la Biblioteca Pública de Nueva York, escenario de películas como “Los cazafantasmas” o “El día de mañana”.
Igual que hace poco os advertía sobre la pérdida de tiempo que es el Sex Museum, os recomiendo al 100% que entréis a dar una vuelta por la biblioteca.
El edificio en sí mismo es una pequeña joya de la arquitectura, y lo podéis comprobar visitando el Hall de entrada, subiendo por sus escaleras de mármol y paseando por el enorme salón de lectura, dónde nos encontramos gente consultando libros con solera junto a otros que navegaban por la red con su portátil último modelo de la marca de la manzana o simplemente leyendo el periódico.
Se pueden hacer fotos sin problemas, pero al mínimo ruido alguien te dirá que guardes silencio.
Justo detrás de la biblioteca está el Bryant Park, un pulmón verde en una de las zonas de oficinas más importantes de la ciudad dónde podemos encontrarnos a los trabajadores de los rascacielos que rodean el parque tomando el Brunch mientras navegan por la red en sus portátiles o PDA´s gracias a la Wifi gratuita que hay en todo el parque.
A partir de este punto de la 5ª Avenida, comienza la zona más comercial y transitada.
Seguimos caminando haciendo paradas en algunas de las tiendas que inundan ambos lados de la calle hasta que nos vamos acercando al verdadero punto neurálgico, el Rockefeller Center y la St. Patrick’s Cathedral.
Antes de seguir con la parte final y a la vez más interesante de la 5ª Avenida, reponemos fuerzas en una pequeña hamburguesería situada en los bajos la Olympic Tower, un enorme rascacielos negro situado al lado de la catedral, en el que a modo de curiosidad os diré que tiene sus oficinas la NBA.
Después de comer, entramos en la catedral católica de estilo gótico más importante de EEUU.
Cruzamos la calle y nos adentramos en el pionero de los centros comerciales del mundo, el Rockefeller Center.
Construido poco después del famoso “Crack del 29” por el magnate del petróleo John Davison Rockefeller, este complejo está formado por 19 edificios que albergan oficinas, restaurantes, tiendas, teatros y estudios de televisión.
Al igual que con el Empire State Building, dedicaré más adelante su correspondiente artículo a dos visitas para mi imprescindibles de este complejo, el musical Radio City Christmas Spectacular en el mítico Radio City Music Hall y subir a la azotea del edificio más alto del complejo para disfrutar de las mejores vistas de Central Park y el skyline de la ciudad, el Top of The Rock.
Si se quiere visitar en profundidad todo complejo, es necesario dedicarle un día exclusivamente para poder ver todas las tiendas que tiene tanto a nivel de calle como en la multitud de subterráneos que intercomunican todos los edificios entre sí y con el metro.
A todo esto le tendréis que añadir la visita obligatoria a la pista de patinaje sobre hielo más famosa del mundo si vais a Nueva York en Navidades.
La cola para poder acceder a la pista es considerable, así que nos conformamos con empaparnos del ambiente navideño de la pista y el árbol de navidad que por pocos días no pudimos ver iluminado.
Tanto la pista de patinaje como el árbol de navidad, no son tan grandes como lo parecen en películas o televisión, pero el lugar en el que están es simplemente espectacular.
Abandonamos el complejo del Rockefeller Center y seguimos caminando calle abajo a un ritmo mucho más lento. Nos paramos en la tienda de Gant y aprovechamos para ver la decoración navideña de una de las joyerías de lujo de la 5ª Av., Cartier.
Cruzamos la calle para entrar en la NBA Store, una enorme tienda de 2 plantas y muy muy original. Poco después, al haber caído la noche nos llama la atención la iluminación de un edificio antiguo que resulta ser un hotel.
Enfrente, nos encontramos con el paraíso de los niños (y de los no tan niños también), la Disney Store.
Una vez dentro, es increíble la cantidad de artículos que se agolpan en las dos plantas llenas de estanterías atiborradas de Mickey´s, Donald´s y demás miembros de la familia Disney.
Hay que tener cuidado porque la tienda consigue transportarte a un mundo mágico, al igual que ocurre con sus películas y puede que se os pase el tiempo rememorando momentos de vuestra infancia ;)
Después de este viaje en el tiempo a nuestra niñez, nos pasamos por el escaparate de una de las tiendas en las que muy pocos mayores se pueden permitir el lujo de comprar.
Como muchos habréis adivinado se trata del escaparate de la la archiconocida joyería Tiffany´s, que aparece en la novela de Truman Capote “Desayuno con diamantes”.
Frente a estos mismos cristales, la protagonista de la versión cinematográfica(Audrey Hepburn) se detiene más de una vez a fantasear con los diamantes expuestos, lo único que nos podemos permitir en esta lujosa tienda la mayoría de los mortales.
Esto es lo único que fuimos capaces de ver después de encontrarnos la puerta de entrada cerrada cual Búnker en pleno bombardeo.
Esta joyería está situada en los bajos de uno de los rascacielos que el multimillonario Donald Trump tiene repartidos por la ciudad y medio mundo, la Trump Tower.
Justo enfrente está situada la tienda de una marca que en pocos años está convirtiéndose en lugar de parada obligatoria para los turistas, tanto por su ropa como por la curiosa forma de venderla. Su nombre, Abercrombie & Fitch.
Prácticamente ya hemos acabado la parte más turística de la avenida, pero aun nos quedan varios lugares por ver.
Empezamos por la Grand Army Plaza, construida en honor del Ejército de la Unión de la Guerra Civil de los EEUU, y en la que podemos ver la fuente Pulitzer y una estatua dorada del General Sherman. Además, aquí es dónde se cogen los coches de caballos que te dan una vuelta por Central Park.
Desde esta misma plaza podéis ver el Solow Building, con su característica fachada cóncava.
Aparte de lo que os acabo de comentar, lo que más destaca en la plaza es el edificio que alberga uno de los hoteles con más solera (y más caros) de la ciudad, el Plaza Hotel.
Este hotel de lujo de 76 metros y 19 plantas ha alojado en sus habitaciones a grandes personalidades de la política o la música, y ha sido el plató de películas como Solo en Casa 2, Cocodrilo Dundee, etc. y series como Sexo en Nueva York y Los Soprano.
Si cruzamos la 5ª Avenida, nos encontramos con la Apple Store, situada en los bajos del rascacielos de la General Motors.
Esta es la tienda de Apple que aparece siempre en las noticias rodeada por cientos de Apple-maniacos cada vez que la marca de a manzana pone a la venta su último dispositivo.
Justo detrás del cubo de cristal que da acceso a la Apple Store, se encuentra la tienda de juguetes FAO Schwarz, otro megastore dedicado a los más pequeños y que merece una visita aunque sólo sea para ver en funcionamiento el piano gigante de la película Big.
Desde aquí, bordeamos la manzana y nos encontramos con la fachada muy curiosa, es la tienda de relojes Tourneau.
Justo al lado, está la Nike Town, una enorme tienda dedicada a esta marca en la que podemos encontrar las últimas novedades de Nike, aunque la tienda en si a mí no me gustó mucho, merece la pena darse una vuelta aunque no compréis nada.
Para terminar, acabamos entrando en el Sony Plaza Public Arcade, dónde podréis descansar tomando algo en alguno de los bares que hay bajo un enorme Spiderman o dar una vuelta por su tienda-museo.
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