Piazza del Duomo - Florencia

En el centro de la ciudad de Florencia y de su casco antiguo nos encontramos con el conjunto arquitectónico más representativo de la ciudad, el Duomo, el Batisterio y el Campanile.
Estas tres construcciones que en la mayoría de lugares forman parte del mismo edificio, aquí y en otros lugares de Italia los encontramos separados en estas tres construcciones que mencionaba al principio:

Duomo: Catedral
Campanile: Campanario
Batisterio: lugar dónde se realizan los bautizos

El Duomo:

La catedral de Florencia es Santa María del Fiore, con unas dimensiones realmente grandes, rebosa mármol por los cuatro costados, ya que su recubrimiento externo es de mármol toscano en tonos blancos, verdes y rosas que se entremezclan para formar dibujos y formas espectaculares, como podéis ver en estas fotografías de la fachada.

Una de las pocas zonas del exterior de la catedral que no aparece recubierta por el mármol es la cúpula de Brunelleschi, que mide 100 metros de altura y 45 de diámetro.

Ya en su interior, el mármol forma parte también del suelo, dónde mosaicos multicolores crean figuras geométricas muy llamativas y que producen ilusiones visuales muy interesantes.

El interior de la catedral es bastante sobrio y contrasta enormemente con su magnífico exterior.
A mi particularmente no me gustó mucho, ya que comparado con la rica decoración interior de cualquier iglesia de las visitadas en Roma, este no parece ser el interior que se merece la catedral de una ciudad tan importante como Florencia.

Solamente destacaría las vidrieras, los frescos de la cúpula que representan el Juicio Final, obra de Giorgio Vasari, y el reloj litúrgico situado justo encima de la entrada principal.

El acceso al Duomo es gratuito (previa espera de una cola de acceso bastante larga pero que avanza rápido), y es posible subir a la cúpula para admirar los frescos del Juicio Final desde más cerca, así como salir al exterior y contemplar la ciudad desde lo alto de la misma.
El precio para poder subir a la cúpula es de 8€, aunque para saber el precio actualizado lo mejor es informarse en la propia catedral.

El Battisterio:

Está situado justo enfrente de la entrada de la catedral, y en él se celebran los bautizos.
Siguiendo la estética de los otros edificios principales de la plaza, está recubierto por mármoles blancos y verdes, aunque su verdadera belleza reside en su interior.
Si queréis acceder, hay que pagar 4€, aunque desde la puerta en la que se sacan las entradas se puede ver prácticamente el 80% de los mosaicos de la cúpula.

Os recomiendo ir bordeando el edificio para ver las 3 puertas de bronce con relieves que representan varias escenas del Antiguo Testamento.

El Campanile:

Situado junto a Duomo, pero separado por unos pocos metros, el campanario diseñado por Giotto tiene una altura de 85 metros y al igual que la catedral, está recubierto por mármoles de varios colores que forman diversas figuras geométricas.

Es posible subir a lo más alto del Campanile aunque no es gratuito. Son 6 € y una subida de 414 escalones, aunque la recompensa al llegar a lo más alto de la torre merece la pena, ya que desde allí disfrutareis de una panorámica completa de la ciudad como podéis ver en las siguientes imágenes:

Baptisterio:

Cúpula y tejados del Duomo, vista hacia la Santa Croce:

Piazza della Repubblica y vistas hacia Piazza della Signoria:

Vistas hacia Sta. Maria Novella, Estación de tren y Mercado Central:

Para terminar, os dejo estas dos imágenes nocturnas de la Piazza del Duomo, iluminada en tonos verdosos que crean un conjunto monumental que destaca aún más si cabe que durante el día.