Uniendo las dos orillas del río Arno en Florencia, se encuentra el Ponte Vecchio (puente viejo), un puente medieval que data del año 1345 en el que se encuentran algunas de las joyerías más exclusivas de la ciudad.
En la siguiente fotografía, podéis verlo desde la galería de los Uffizi:
El actual puente de piedra ocupa el lugar de un primitivo puente de madera construido por los romanos alrededor del año 980 y que fue destruido varias veces por culpa de las inundaciones, siendo la más grave la de 1333, cuando éste quedó reducido a escombros.
Desde que se reconstruyó en piedra en 1345, el Ponte Vecchio siempre ha estado ocupado por diversas tiendas y comercios que en un principio fueron carnicerías, herrerías o tintorerías que vertían sus residuos al río.
Con la llegada de la familia de los Médici a mediados del Siglo XVI, se construyó un corredor sobre las tiendas del puente que uniese el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti, el famoso Corredor Vasariano.
A partir de ese momento, se desalojaron las tiendas del puente debido a los malos olores y el mal aspecto que daba a los nobles de la época que utilizaban dicho corredor.
La mayoría de los comerciantes se rebelaron y las autoridades enviaron a los soldados a derribar los establecimientos y romper las bancas en las que vendían sus mercancías, por lo que se cree que de aquí viene el término "Bancarrota" (del italiano “banca rotta”) ya que no tenían otro lugar para trabajar y vender sus productos.
Los locales no pasaron mucho tiempo sin actividad, ya que el lugar que antes ocupaban carnicerías y tiendas de curtidores, fueron ocupados por joyeros y plateros, el mismo tipo de tiendas que podemos ver hoy en día.
Una de las curiosidades de este puente son las edificaciones que cuelgan por ambas fachadas hacia el Arno y que están sostenidas por unas vigas de madera que se apoyan sobre los pilares del puente.
Hacia la mitad del puente hay una zona sin tiendas desde dónde podemos asomarnos a las orillas del Arno y contemplar unas bonitas vistas de la ciudad.
En este mismo espacio se encuentra un busto de un famoso orfebre Florentino Benvenuto Cellini.
Para terminar, os dejo dos vistas nocturnas del puente, una visita obligatoria si hacéis noche en la capital del arte renacentista.
1 comentarios:
Qué maravilla! Estuve en Florencia hace muchos años, en mi viaje de fin de curso del Instituto (solo un día y claro me supo a poco). Ahora estoy estudiando Historia del Arte y me obsesiona volver a Florencia. Creo que voy a animar para el puente de mayo. Además he encontrado un descuento interesante en memimo: 8% en viajes Barceló. :)
Carla
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